Ni que decir tiene que otro de los grandes monumentos de la ciudad sevillana es su imponente catedral de Sevilla. Y se puede hablar de grande precisamente en todos los sentidos, ya que se trata de la catedral gótica cristiana más grande del mundo. Sus dimensiones creo que lo dicen todo: 116 metros de longitud, 76 de ancho y 56 de alto. Con esas perspectivas solo iglesias como las de San Pablo en Londres y San Pedro en Roma pueden comparársele.
Se comenzó a construir en 1401 y, como todas las grandes catedrales, durante los siglos posteriores se fue remodelando. Claro está, este hecho propicia que hoy podamos ver en ella una interesante sucesión de estilos. La visita podemos comenzarla en la Avenida de la Constitución, que es donde se sitúa su fachada principal con la Puerta Mayor, la del Baptisterio y la de San Miguel.
Al acceder al interior nos encontramos con un templo enorme, formado por un total de siete naves y una serie de capillas laterales. Posiblemente de las más importantes y turísticas sea la Capilla Real, construida a mediados del siglo XVI, y que alberga a la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla y los sepulcros de Fernando III el Santo, Alfonso X el Sabio y su esposa Beatriz de Suabia.
Ya en el interior de la catedral hay algunos espacios que resultan imprescindibles de visitar, como la Capilla Mayor, construida a finales del siglo XV, el coro y sus impresionantes órganos del siglo XVIII y, especialmente, la Sacristía Mayor, dicen que uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista andaluza.
No hay que olvidar las reminiscencias musulmanas de esta catedral, ya que fue construida sobre la antigua mezquita. De aquellos tiempos los arquitectos no quisieron echar abajo ni la hermosa Giralda, orgullo de Sevilla, ni el magnífico Patio de los Naranjos. Precisamente en este patio, que lleva este nombre por los naranjos que hay plantados en él, se pueden ver una serie de arquerías de la época árabe.
Este hermoso Patio de los Naranjos se halla junto a la Capilla del Sagrario, de época posterior, ya que fue construida en el siglo XVII al venirse abajo la arquería musulmana de esa zona.
Sería casi imposible destacar aquí punto por punto todos los detalles arquitectónicos de esta catedral. Desde sus puertas hasta los techos, musos, vidrieras y cúpulas del interior, pasando por los sepulcros, capillas y el retablo mayor, posiblemente el retablo más grande del mundo. Si estáis en Sevilla resulta más que imprescindible la visita a este templo.
- Información adicional
- Horarios: La Catedral de Sevilla se puede visitar de lunes a sábado de 11.00 a 17.00 y los domingos de 14.30 a 18.00 (todo ello en horario de invierno), y de lunes a sábado de 09.30 a 16.00 y los domingos de 14.30 a 18.00 horas (en horario de verano)
- Precios: El precio es de 8 euros para los adultos, 2 euros para los menores de 16 años y estudiantes menores de 26, y gratis para desempleados, residentes y nacidos en Sevilla y personas con discapacidad.